5 lecciones de vida que nos enseña “El Principito”

El Principito es uno de los clásicos de la literatura universal y es una de las obras que cruzan las fronteras del tiempo y la edad. En sus páginas el escritor, Antoine de Saint-Exupéry, trata temáticas como el sentido de la vida, la amistad, el amor, entre otros. Por eso, te compartimos algunas de las lecciones que nos deja el libro para retomarlas en nuestro día a día.

1. “Solo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”.

Debemos ir más allá de la apariencia y deshacernos de nuestros prejuicios y estereotipos, solo de esta forma lograremos conocer más a las personas.

2. “Es una locura odiar a todas las rosas solo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños solo porque uno no se realizó”.

No podemos cerrar nuestro corazón a las personas, solo porque una nos lastimó. Tampoco podemos renunciar a nuestros sueños porque uno de ellos no se hizo realidad. Debemos tener siempre un corazón abierto para dar la bienvenida a todo lo bueno que la vida tiene preparado para nosotros.

3. “Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte a ti mismo, eres un verdadero sabio”.

La obra nos anima a dejar de fijarnos en los errores de los demás y nos exhorta a conocer y ser conscientes de nuestras debilidades y limitaciones. De esta forma, podremos tener una actitud más conciliadora y tolerante con los demás.

4. “Los hombres de tu tierra cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín y no encuentran lo que buscan. Y, sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa”.

No es más feliz quien más tiene, sino quien valora lo que posee. El secreto de la felicidad está en ser agradecido con lo que tenemos y valorar a las personas que nos rodean. 

5. “Solo se conocen las cosas que se domestican. Los hombres no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas en los mercados. Pero como no hay mercados de amigos, los hombres no tienen amigos”.

El tiempo es lo más valioso que tenemos. Por eso, debemos invertirlo creando y fortaleciendo vínculos especiales con las personas, solo así podremos conocerlas de verdad y construir un apoyo que nos sostenga en los buenos y malos momentos. 

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