Del 28 al 30 de julio celebramos en El Salvador, en las instalaciones del Liceo Salvadoreño, el V Encuentro Provincial de Jóvenes Maristas. Fuimos 750 participantes de los países de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Puerto Rico.

El encuentro, llamado “Gier”, nos reunió en torno al lema “Jóvenes maristas para un nuevo comienzo”, alusivo al Bicentenario de fundación de los Maristas de Champagnat. Fueron tres días en los que festejamos, agradecimos por la vida y nos comprometimos a comenzar de nuevo, de una forma distinta, de cara a los retos del futuro.

Era el mediodía del viernes 28, primer día del encuentro, cuando empezaron a arribar las delegaciones de los distintos países al Liceo. A pesar del calor y los fuertes rayos de sol que calaban a esa hora de la tarde, la cálida bienvenida y los abrazos de unos cuántos muchachos que se reencontraban con sus amistades internacionales colmaron el lugar.

La inauguración del encuentro inició a las cuatro de la tarde. Se respiraba en el ambiente la ilusión y la expectativa de los jóvenes por la experiencia que vivirían en los próximos días. Las palabras de bienvenida del H. Jorge Sánchez y el H. Luis Carlos Gutiérrez, nos motivaron a “Celebrar y agradecer la vida”, tema que nos acompañaría durante el día.

“¡Bienvenidos al Encuentro Provincial de Jóvenes! Hoy el corazón de Champagnat se viste de fiesta. Él (Champagnat) nos pide que nada nos limite para hacer el bien, para iluminar al mundo, para hacer de nuestro corazón un corazón grande, solidario, marista. Hoy con Champagnat los invitamos a la gran fiesta de dejarse enamorar por Jesús”, dijo el H. Luis Carlos.

Al finalizar la tarde, después de un momento en el que formamos todos juntos la letra “M” por Marcelino, María, Maristas… regresamos a casa. Muchos de nosotros con invitados de otros países a quienes acogimos como parte de nuestra familia, durante los días del encuentro.

A primera hora de la mañana del sábado 29, nos reunimos en el gimnasio. Tras una enérgica animación y motivados por el tema del día, “Encontrar y construir la vida”, recibimos distintos talleres, tanto para jóvenes de colegio como para universitarios.

También el H. Emili Turú, Superior General, envió un mensaje donde nos animó a seguir a nuestro corazón y a comenzar de una manera nueva y distinta, haciendo alusión al lema del Bicentenario. “Ve a donde te lleve tu corazón. Comienza de una manera nueva, alternativa, distinta”, motivó el H. Emili.

Después de una mañana de reflexión y de un delicioso almuerzo, visitamos la cripta del beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero en la Catedral de San Salvador. Culminamos la tarde con una peregrinación por las calles de la ciudad; cantando, bailando, corriendo y felices de formar parte de la gran familia marista.

Con la luna adornando el cielo nocturno, nos juntamos en el patio central del Liceo. En el centro había un altar con la imagen de Jesús, estaba iluminado con un camino de velas. Vivimos un momento de oración y adoración al Santísimo. Agradecimos por la vida compartida y se nos invitó, junto a hermanos y laicos maristas, a construir todos juntos el nuevo comienzo. Cerramos la jornada y la velada celebrando la vida con una fiesta.

Llegado el último día, domingo 30, hicimos la cosecha de todo lo vivido en grupos inspirados por el lema del día, “Compromiso con la vida”, y participamos en la celebración de la Santa Eucaristía. Fue el cierre perfecto para agradecer al Padre por las nuevas amistades que hicimos, por nuestro proyecto de vida y por ser maristas.

Después de un rápido almuerzo, las despedidas se escucharon en cada parte del colegio. Muchos abrazos invadieron el ambiente y aunque había tristeza por la partida de las distintas delegaciones, la dicha por los nuevos vínculos y la esperanza por un próximo reencuentro llenaron los corazones maristas presentes.