Formas creativas para ayunar esta Cuaresma

Los jóvenes católicos estamos llamados a vivir este tiempo litúrgico con recogimiento, asumiendo una actitud de compañerismo con Jesús. La invitación que nos hizo el Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2018, es hacer este camino de la mano de tres prácticas espirituales fundamentales: la oración, el ayuno y la limosna.

Estas prácticas, no responden únicamente a anticuados rituales que la Iglesia impone, sino que buscan conducir nuestro corazón hacia Dios. El ayuno expresa la condición de nuestro espíritu, hambriento de bondad y sediento de la vida del Señor. Por eso, queremos darte algunas ideas cotidianas para que puedas iniciarte en esta práctica espiritual y puedas vivir de corazón la Cuaresma.

1. No uses emojis para hablar de tus sentimientos.

En lugar de decir "estoy realmente feliz" enviamos una carita con una sonrisa y lágrimas de felicidad. No vamos a proponerte que dejes de hablar por mensajes de texto, pero tómate el tiempo de hablar de tus sentimientos cuando los tengas, de abrirte a la posibilidad de expresar lo que hay en ti con palabras y no con "figuritas". Prívate de los emojis, ayúnalos y habla con el corazón. 

2. Haz la caminata de la mentira.

Si te descubres a ti mismo mintiendo, levántate, apártate y da una breve caminata. No es un auto castigo, es un momento para pensar sobre la necesidad de mentir o el impulso no controlado de faltar a la verdad conscientemente. No sigas encumbrando aún más alto algo que no es verdad, camina y toma un respiro dándote la oportunidad de hacer las cosas bien.

3. Si se te antoja una golosina... ¡Compra dos!

Idealmente puedes intentar abstenerte de comidas a deshoras y de alimentos que realmente no necesitas para nutrirte, sino para complacer tus "gustitos", pero si de verdad necesitas una dosis de azúcar para continuar con tus tareas del día, no compres solo un dulce, que sean dos. Uno para ti y otro para regalar

4. Ayuna agua en la ducha.

Cuando se acaba el shampoo, le ponemos un poco de agua a la botella y utilizamos ese poco que queda. Increíblemente funciona para varias duchas. Entonces quiere decir que puedo ducharme con menos. Lo mismo aplica para el agua. La idea no es que salgas de casa sucio, sino que descubras que puedes asearte con menos. Más que un asunto de economía y ahorro se trata de una invitación a la austeridad, de aprender a vivir nuestra rutina sin gastos innecesarios.

5. Borra una app de tu teléfono.

Mucho se habla del uso desmedido que damos a los smartphones y como estos modifican nuestras conductas. Ayunemos una aplicación durante este tiempo de Cuaresma. Obvio que habrá algunas aplicaciones que necesitas para trabajar o mantener el contacto con tu familia, pero otras son meramente recreativas, que alimentan tu ocio y te enajenan, aislándote de todos. En lugar de ayunar algún alimento en especial, prívate de una aplicación, una que signifique realmente una renuncia y ofrece esa incomodidad.

6. Evita las fotos, prefiere los recuerdos.

Hay momentos que invitan a ser registrados con una fotografía, para archivos personales o para compartirla en redes sociales. Que no sea un auto reflejo el sacar tu teléfono y fotografiar el momento. Toma consciencia de lo que está ocurriendo y contémplalo de corazón. Sin cámaras, sin fotos, solo con tus ojos y tu alma abierta para guardar el recuerdo de lo que estás viviendo. Preocúpate de sacar una foto mental que dure para siempre.

7. Habla con Jesús no solo cuando necesites ayuda.

Pudiera ser que nuestras oraciones más que conversaciones con Jesús, tienden a ser listas de solicitud de ayuda. No hay nada de malo en eso, no te sientas culpable, Él nos ama y nos ofrece su ayuda y consuelo siempre; pero es buena idea mantener una actitud de oración, sobre todo en Cuaresma. Mantenerte hablando con Jesús como quien habla con un amigo, contarle tus cosas, dejarte acompañar en lo cotidiano, aun cuando no necesitas ayuda.

*Fuente: Catholic Link.

Ahora solo queda que abras tu corazón para disponerte a vivir lo que resta de este tiempo litúrgico y recibir la Pascua del Señor.

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