2017, un gran proyecto que va ¿terminando? Pistas para sacar lo mejor de la experiencia

Apreciado/a joven que te das la vuelta por nuestra página y redes sociales marista to2hermanos. El 2017, año del Bicentenario de nuestra fundación, parece que termina... Sí, el año, pero no tu proyecto de vida, tu camino vocacional. Es por eso que te invitamos a hacer algo de revisión y cosecha de lo que ha ido ocurriendo en ti. Si te parece, saca algunos minutos más que de ordinario y sigue las pautas que te presentamos a continuación. Dedícate este tiempo y te aseguramos que algo bueno saldrá. ¡Ánimo!

1. Recuerda el inicio del año o el momento en que quizás decidiste plantearte algunas metas para ti importantes. ¿Cómo te sentías? ¿Qué te movía? No importa si cumpliste o no... Aquí lo que hay que rescatar es que, muy probablemente, algo “bueno” quería desplegarse en ti, lo percibiste y quisiste darle vida. Anímate a resumir ese sentimiento interior en algunas palabras...

  • ¿Hacia dónde querías ir?
  • Identifica si tenía que ver con “hacer” cosas o con una dimensión de tu “ser”... o con ambas.
  • ¿Había algo de Dios en esas llamadas?
  • ¿Planteaste lo que sentías y querías en objetivos claros y medios concretos? ¿Hiciste una lista de prioridades? ¿Puedes recordarlas?

2. Pasemos ahora al desarrollo del año. Muchas cosas suceden. Unas agradables, otras, no tanto. Y entre unas y puede ser que hayamos perdido la pista de aquello que perseguíamos. Distracciones, cansancios, frustraciones... suelen aparecer. Aunque, si ponemos un poco de atención, también reconoceremos avances o lecciones aprendidas. Veamos un poco...

  • Cuando no todo lo planeado iba lográndose:
    • ¿Qué miedos u obstáculos fueron más claros? (Sobre todo mirado ahora más “en frío”.)
    • ¿Qué situación dejó una marca que en su momento fue determinante y hoy quizás ya podemos pensar en que hay que “dejarla ir”, “quitarle importancia o fuerza” para permitir que algo nuevo surja?
  • Cuando las metas parecían más cercanas de alcanzar e ibas “progresando”:
    • ¿Qué pasaba por tu mente?
    • ¿Cómo se sentía tu corazón?
    • ¿Cuánto estaba tu voluntad dispuesta y comprometida?
    • ¿Qué identificas como un hecho cumplido, alcanzado?

3. Saquemos las cuentas finales. El proyecto de vida, tus expectativas, tus propósitos para el 2017, y sus resultados, pueden tener más de una lectura. Te invitamos a no ser ingenuo sino claro, sincero y valiente contigo mismo.

  • Todos somos “personas en crecimiento”. Ni te dejes cegar por el orgullo de la meta conseguida, ni te deprimas por lo no alcanzado. Sabes que eres capaz de lo más y de lo menos. Entonces concluyamos con un momento de interiorización y sinceridad.
  • Percibe dónde te encuentras, qué parece que te ha acercado más al sueño de Dios para tu vida y qué no.
  • Y vuelve a sentir como en el paso 1 de esta lista. ¿No te sientes acaso movido por tu corazón grande y bueno a seguir caminando y haciendo proyecto? Pues reconoce, da gracias y ¡vive! Tómate un tiempo para eso y, si lo ves bien, deja algo por escrito porque la vida sigue y recordar este momento te ayudará a configurar con Dios tu proyecto para el nuevo año. 

¡Felicitaciones!

*¿Te gustó nuestro artículo? Escríbenos tus comentarios al correo to2hermanos@maristasac.org. Y no olvides seguirnos en Facebook como To2 Hermanos y en Instagram encuéntranos como @to2hermanos